Asombrado me quedé hace unos días, cuando recorriendo Cangas (en Pontevedra), mi «sentido arácnido» se activó y me hizo mirar alrededor sobresaltado. Algo había en el entorno que no cuadraba. Instintivamente levanté la cabeza y observé con detenimiento los edificios de alrededor. Y entonces lo ví.
¿Que es esa figura humana que parece asomarse desde una cubierta? ¿Un obrero pensativo, mientras coloca una barandilla? ¿Un vecino del inmueble que subió a tomar el aire? ¿Una persona con un mal día a punto de cometer una barbaridad?
Me acerqué todo lo que podía y me quedé observándolo. A ver cual sería su próximo movimiento. He de decir que el día era malo, tal como se puede apreciar en la imagen. De hecho, un rato antes había estado lloviendo. Por lo que la escena, el tipo tan tranquilo ahí, me resultaba totalmente absurda.
Hace falta valor, pensé, estar plantado ahí arriba a la orilla del vacío, sin miedo a resbalar, o a que te lleve una ráfaga de viento…
Un rato después, al ver que el individuo no se movía, y, acercándome más, comprobar que su aspecto en general era de un tono grisáceo, supuse que debe ser lo que parece: Una especie de estatua, homenaje a… sabe Dios qué.
O una broma de algún constructor simpático.
¿Alguien puede aportar algo de luz?